jueves, 19 de julio de 2007

INSOMNIO









Miercoles 18 de julio, 3 :45 h de la noche. (o más bien debería decir jueves 19 de julio?). Debería estar contenta. He conseguido lo que me parecía muy difícil por no decir imposible. En septiembre empiezo a trabajar en una pequeña editorial de Barcelona. No pagan mucho pero es una gran oportunidad para meterse en el sector, adquirir experiencia y coger carrerilla. Por una vez he tenido suerte, ni yo me lo creo. Estaba segura que la señora fortuna me había girado la espalda tiempo atrás. Pero parece que no es así. Cerrare los ojos con fuerza no sea que los abra y el sueño se desbanezca. Debería estar contenta. Y lo estoy. Pero no al 100%.


Tan tarde y sin sueño. Demasiadas preocupaciones, demasiadas decepciones, demasiadas piezas que no encajan en el puzzle de mi vida.




domingo, 8 de julio de 2007

In Memoriam








La vida es un continuo, una progresión inevitable del tiempo. En este transcurrir de las horas, los días, las semanas…Perdemos a muchos seres queridos. Al principio cuesta aceptarlo. Parece imposible que esa persona con quien hace apenas una horas hablabas ya no existe. Una historia que terminó y que en su escena final deja un rastro de dolor. Las lagrimas de los que compartieron su tiempo, las heridas abiertas de los que tendrán que aprender a vivir sin ese ser querido. La puñalada del destino que en el momento menos pensado clavo con furia cruel su daga y terminó con el latir de su corazón.
Me tropecé por primera vez con la muerte a los nueve años. En poco más de año y medio perdimos al avi Jaume y al entrañable Darrel , todo un lobo de mar. Sus pintas asustaban a cualquiera que no lo conociera. Solía llevar siempre los mismos tejanos desgastados y camisetas baratas de algodón que dejaban intuir la musculatura de un cuerpo curtido por el trabajo de marinero. El tatuaje de amor de madre en el brazo y su coleta despuntada le daban un aire casi piratesco. A pesar de su aspecto de tipo duro Darrel era una de las mejores personas que he conocido. Siempre dispuesto a echar una mano a los demás y un buen padre a pesar de su gran problema. Villanelle, su hija, y yo habíamos ido juntas a la guardería. Ahora íbamos a colegios distintos pero muchas tardes mi madre me llevaba a casa de Villanelle a merendar. A menudo me quedaba embobada contemplando el cuadro de nudos marineros que colgaba de la pared del comedor. Como podían existir tantas formas distintas de hacer un nudo? Me preguntaba. Un día pensé en preguntárselo a Darrell. Pero no lo encontraba por ninguna parte. Mirta, su mujer, me dijo que había ido al lavabo. Curiosa casa, pensé. La única casa que conozco con el lavabo en la parte exterior, al lado del tendedero. Y Darrell casi siempre estaba allí cuando yo llegaba. Aunque para una niña que no había llegado a la decena esto era una simple anécdota sin importancia.
Aún me acuerdo de mi primer concierto. En mi pueblo tocaban Heroes del Silencio. Mi madre era fan de ellos y dio la casualidad que a Darrell le tocaba trabajar de segurata en ese concierto. Obviamente Villanelle, Mirta, mi Madre y yo entramos sin pagar entrada. Mi primera impresión no fue muy buena. Me parecieron unos tipos melenudos que se movían mucho y hacían demasiado ruido. Darrell nos trajo un par de coca colas para mantenernos distraídas mientras mamá y Mirta disfrutaban del concierto. Al final acabe dormida en los brazos de mi madre. Demasiado ajetreo para una niña tan pequeña.
Todos estos recuerdos siguen muy presentes en mi mente. Han pasado muchos años desde que Darrell murió y ya apenas se habla de él. Oficialmente murió de una dolencia del estómago. Cosa que nunca me creí aunque fuera una niña. De una dolencia de estómago no se muere la gente, según mi punto de vista. Tuvo que pasar algo de tiempo para que mi madre me contara la verdad. Darrell murió de SIDA. De pronto recordé las horas que se pasaba en el lavabo. O el olor a hierba que hacía la casa. Ahora si tenía sentido. Nunca lo noté drogado, Kuki quería mucho a los suyos y querer significa respetar. La enfermedad la contrajo 10 años antes de los primeros síntomas, yo y Villanelle ni habíamos nacido.
Os preguntareis a que viene esta historia ahora. No parece que vaya en la línea de mi blog. Pues bien, este es mi pequeño homenaje a alguien que murió prematuramente. Una manera de ganarle terreno al olvido.