viernes, 14 de diciembre de 2007

Fallen Angel























Sometimes I lose the path unable to notice the world around me. Encapsulated by my own fears, I lose myself into the thickness of the night. It's like I was swimming under water, hypnotised by the overwhelming silence of the ocean depths. Blinded by its dark.Unable to breath in an alien world. The dark maiden is wating for me. It's time to sucumb to Death.

lunes, 22 de octubre de 2007

La sin razón del desamor



















Lagrimas envenenadas de dolor recorren mis mejillas. Aprieto fuerte mis párpados, no quiero abrir los ojos. No quiero abrirlos y encararme al vacío que has dejado. No quiero convertirme en una alma errante, atrapada en un mundo que no le corresponde, alimentándose de los recuerdos, esclavizada por la esencia de lo que fuimos, olisqueando el rastro que dejaste al irte, intentando capturar lo poco que queda de nosotros.

Aturdida por el dolor que no me deja respirar. Me clavaste una daga en lo más profundo de mi ingenuo corazón y la retorciste sin piedad. Maldito pedazo de metal que me oprime y no me deja respirar. Cerraré los ojos y tiraré con todas mis fuerzas, antes que su hoja quede encastada en mi interior y torture a mi alma. Dolerá pero no dejaré que me hunda en la oscuridad, no me entregaré al sueño eterno, aún no.

La daga ensangrentada yace en el suelo. Aprieto con todas mis fuerzas las manos contra mi pecho pero es inútil, la sangre de mi corazón sigue derramándose. Exhausta. A punto de perder la conciencia. El latir de mi corazón entona una melodía cada vez más descompasada y agónica. Debo hallar fuerzas en mi interior antes que la oscuridad me convierta en su prisionera.

miércoles, 8 de agosto de 2007

Cuando el cuerpo dice basta






El otro día me di cuenta de la diferencia que existe entre nuestra mente y nuestro cuerpo. O lo que es lo mismo, nuestra vulnerabilidad física y nuestra resistencia psicológica.

“Mente in corpore sano” decía Juvenal. Siempre he creído que tenía razón. Debe haber un equilibrio entre el estado físico y el estado mental. Si dejamos que uno de los dos se atrofie el otro no funcionará al 100%.El deporte (con moderación) es algo sanísimo. Te hace sentir más activo y ágil, con fuerzas para encarar lo que venga. Del mismo modo hay que hacer funcionar las neuronas para mantener un estado óptimo. Sin embargo este lema, que para los romanos era un himno a la salud, se ha pervertido en una sociedad de consumo e hiperrealidad como la nuestra .Por un lado se ha convertido en un producto de consumo hasta llegar al punto en que el culto al cuerpo pasa a ser el pilar de muchos dejando de lado la importancia de cultivar la mente. Por el otro lado el grado de competitividad es exagerado a veces, algunos deportistas de élite llegan a drogarse para ganar, véase el escándalo del Tour de Francia.

Los gimnasios están llenos de “musculitos” y chicas con complejo de “Barbie” que se pasan el día machacándose para tener un cuerpo envidiable. Fuerzan su cuerpo al máximo hasta esculpir la silueta perfecta. Esto no tiene nada de espíritu deportivo. Incluso diría que podría ser enfermizo en algunos casos. Estoy acostumbrada a ver individuos que no llegan al 170 de altura deformados por su propia musculatura. Sacos de musculo con la chepa abultada, piernecitas ridículas en comparación con la anchura de su torso y poca movilidad en los brazos de lo hinchado que tienen el pectoral. Seguramente tal masa muscular se consigue tomando alguna sustancia que otra. Por suerte no son la mayoría aún.

Por otro lado están los deportes de competición: ciclismo, baloncesto, fútbol….A su manera también han perdido su espíritu deportivo. No hace falta extenderse al comentar el gran negocio en que se han convertido, especialmente el fútbol. Sí que me gustaría aludir al grado de extrema competitividad a la que se ha llegado en algunos casos. El deporte por equipos es intrínsecamente competitivo. Sin embargo en nuestra sociedad la competitividad se ha llevado al límite. Sólo vale ganar sea al precio que sea (dopándose, pagando un plus a un equipo para que se deje ganar, etc.). La mente del competidor dice que quiere ganar. Sin embargo el cuerpo no siempre responde, es entonces cuando recurren a las drogas y el sobresfuerzo para conseguir la potencia física de un Ganador.

Todo esto del espíritu competitivo y el sobresfuerzo físico me recuerda a cuando jugaba a baloncesto. La mayoría de veces me tocaba jugar el partido entero o tres de las 4 partes. Al final del partido estaba que ya no podía más pero sabía que tenía que seguir al pie del cañón recuperando rebotes para mi equipo. Cuando sonaba el silbato final una sensación contradictoria se apoderaba de mí. Por una parte estaba agotada y sedienta, como si hubiera atravesado un desierto a pie y sin provisiones. Pero por otro lado estaba infinitamente satisfecha porque habíamos hecho un buen partido. Cansada pero a gusto. Me gustaba esa sensación de sentir esa pequeña molestia en la musculatura después de haberla hecho trabajar al 200%. Era señal que había trabajado bien.

De alguna manera ese espíritu competitivo ha quedado en mí aunque haga tiempo que deje el baloncesto. En la cancha competía contra el equipo rival. En la sala de fitness competía contra mí misma sin darme cuenta. Llevaba dos años y medio llevando mi cuerpo al máximo, disfrutando con las piruetas que la Teniente O’nneil nos hace hacer en clase de steps, o de la descarga de adrenalina de las clases de body combat. Por no decir el cachondeo que se montaba en la clase de body pump. Con todas las preocupaciones que tenía en la cabeza estas clases me dejaban como nueva. Pero olvide un pequeño detalle. No escuche las señales que me mandaba mi cuerpo. Me sentía más cansada de lo normal pero pensé que era del estrés típico de la época de exámenes. Descanse un par de días y volví a las andadas. Fue entonces cuando mi rodilla dijo “basta!” . Empezó con un leve dolor después de entrenar que desaparecía al cabo de un rato. No le di importancia hasta que el dolor dejo de ser circunstancial y se negó a desaparecer. Después de un mes de dolor, antiinflamatorios y reposo obligado he aprendidito la lección. Hay veces que nuestra mente puede más que nuestro cuerpo. A partir de ahora me lo tomare con más calma. Echaré de menos las clases de la Tenniente O’nneil pero, visto de otra manera, las clases de estiramientos y la sala de maquinas son menos aburridas de lo que pensaba.

jueves, 19 de julio de 2007

INSOMNIO









Miercoles 18 de julio, 3 :45 h de la noche. (o más bien debería decir jueves 19 de julio?). Debería estar contenta. He conseguido lo que me parecía muy difícil por no decir imposible. En septiembre empiezo a trabajar en una pequeña editorial de Barcelona. No pagan mucho pero es una gran oportunidad para meterse en el sector, adquirir experiencia y coger carrerilla. Por una vez he tenido suerte, ni yo me lo creo. Estaba segura que la señora fortuna me había girado la espalda tiempo atrás. Pero parece que no es así. Cerrare los ojos con fuerza no sea que los abra y el sueño se desbanezca. Debería estar contenta. Y lo estoy. Pero no al 100%.


Tan tarde y sin sueño. Demasiadas preocupaciones, demasiadas decepciones, demasiadas piezas que no encajan en el puzzle de mi vida.




domingo, 8 de julio de 2007

In Memoriam








La vida es un continuo, una progresión inevitable del tiempo. En este transcurrir de las horas, los días, las semanas…Perdemos a muchos seres queridos. Al principio cuesta aceptarlo. Parece imposible que esa persona con quien hace apenas una horas hablabas ya no existe. Una historia que terminó y que en su escena final deja un rastro de dolor. Las lagrimas de los que compartieron su tiempo, las heridas abiertas de los que tendrán que aprender a vivir sin ese ser querido. La puñalada del destino que en el momento menos pensado clavo con furia cruel su daga y terminó con el latir de su corazón.
Me tropecé por primera vez con la muerte a los nueve años. En poco más de año y medio perdimos al avi Jaume y al entrañable Darrel , todo un lobo de mar. Sus pintas asustaban a cualquiera que no lo conociera. Solía llevar siempre los mismos tejanos desgastados y camisetas baratas de algodón que dejaban intuir la musculatura de un cuerpo curtido por el trabajo de marinero. El tatuaje de amor de madre en el brazo y su coleta despuntada le daban un aire casi piratesco. A pesar de su aspecto de tipo duro Darrel era una de las mejores personas que he conocido. Siempre dispuesto a echar una mano a los demás y un buen padre a pesar de su gran problema. Villanelle, su hija, y yo habíamos ido juntas a la guardería. Ahora íbamos a colegios distintos pero muchas tardes mi madre me llevaba a casa de Villanelle a merendar. A menudo me quedaba embobada contemplando el cuadro de nudos marineros que colgaba de la pared del comedor. Como podían existir tantas formas distintas de hacer un nudo? Me preguntaba. Un día pensé en preguntárselo a Darrell. Pero no lo encontraba por ninguna parte. Mirta, su mujer, me dijo que había ido al lavabo. Curiosa casa, pensé. La única casa que conozco con el lavabo en la parte exterior, al lado del tendedero. Y Darrell casi siempre estaba allí cuando yo llegaba. Aunque para una niña que no había llegado a la decena esto era una simple anécdota sin importancia.
Aún me acuerdo de mi primer concierto. En mi pueblo tocaban Heroes del Silencio. Mi madre era fan de ellos y dio la casualidad que a Darrell le tocaba trabajar de segurata en ese concierto. Obviamente Villanelle, Mirta, mi Madre y yo entramos sin pagar entrada. Mi primera impresión no fue muy buena. Me parecieron unos tipos melenudos que se movían mucho y hacían demasiado ruido. Darrell nos trajo un par de coca colas para mantenernos distraídas mientras mamá y Mirta disfrutaban del concierto. Al final acabe dormida en los brazos de mi madre. Demasiado ajetreo para una niña tan pequeña.
Todos estos recuerdos siguen muy presentes en mi mente. Han pasado muchos años desde que Darrell murió y ya apenas se habla de él. Oficialmente murió de una dolencia del estómago. Cosa que nunca me creí aunque fuera una niña. De una dolencia de estómago no se muere la gente, según mi punto de vista. Tuvo que pasar algo de tiempo para que mi madre me contara la verdad. Darrell murió de SIDA. De pronto recordé las horas que se pasaba en el lavabo. O el olor a hierba que hacía la casa. Ahora si tenía sentido. Nunca lo noté drogado, Kuki quería mucho a los suyos y querer significa respetar. La enfermedad la contrajo 10 años antes de los primeros síntomas, yo y Villanelle ni habíamos nacido.
Os preguntareis a que viene esta historia ahora. No parece que vaya en la línea de mi blog. Pues bien, este es mi pequeño homenaje a alguien que murió prematuramente. Una manera de ganarle terreno al olvido.

sábado, 23 de junio de 2007

Esperar o desesperar










Esperar……..
Tic tac. tic tac. tic tac…..
Esperar a que venga la inspiración, esperar la lluvia de ideas...
Tic tac, tic tac tic tac…..
Las agujas del reloj siguen su compás……
Tic tac, tic tac tic tac…..
Esperar. Esperando. Esperándote….
Tic tac, tic tac tic tac……
El tiempo se escapa en un ímpetu de esperanza desesperada …..
Tic tac, tic tac tic tac……
Pasan los minutos, los días, los años, la eternidad finita de mi ser….
Tic tac tic tac tic tac……
Desesperando……
Tak, tik tik tak tk tak….
Desesperar esperando…traicionera esperanza….
Tik tk tk tik tiktik tak….
El ritmo frenético de las agujas…
Tkktktktktktktktktkktktktktk
Esa sonrisa casi perfecta, el tono seguro de tu voz, tus gestos, el roce de la punta de tus dedos, el tono negro del tatuaje de tu brazo, las historias que me contabas…
Tik…..tak…tik….tak…t…
Tu pose interesada, la pantomima de tus gestos, el falsete de tu voz, la ilusión envenenada que me vendías, la verosímil fantasía del roce de tus caricias….
Tik…..tak…tik….tak……..
Demasiado tarde…se escapan….
Tik……tak…..t-i-k….t-ak….tk…tk…t…k…
El reloj se para. La desesperación ahoga la esperanza.




P.D. Experimento de escritura fragmentada

lunes, 18 de junio de 2007

Días extraños









Bueno, cómo empezar?....

Hoy es un día de esos raros que se me da por hacer cosas que normalmente no haría. Una de esas cosas es empezar éste blog. Si me hubieran dicho hace un tiempo que acabaría escribiendo un blog me hubiera puesto a reír. No porque tenga nada en contra, al contrario. He tenido el placer de comprobar lo bien escritos que están algunos y me ha sorprendido gratamente descubrir la faceta de escritor de algún amigo. Es sólo que yo no me veía haciendo públicos mis pensamientos. Hace tiempo que escribo, pero a la manera tradicional, a lápiz y papel. Para una clásica y amante de las letras como yo siempre es más agradable el tacto de una hoja de papel que la visión de una fría pantalla de ordenador. Pero al final ha podido más la curiosidad que mi escepticismo. Hoy empiezo éste blog. Me lo tomaré como una especie de experimento sobre mí misma. No se la frecuencia con la escribiré y puede que vaya cambiando de idioma. De momento os dejo unas líneas que he escrito hace poco



Días negros

Días negros en los que todo duele
Días negros en los que todo suena a falso.
Días negros en los que mi vida parece un eterno simulacro
Días negros en los que mis sueños más ansiados parecen inalcanzables
Días negros en los que no reconozco a la extraña que habita al otro lado del espejo
Días negros en los que ni la música más melancólica puede aliviar mi pesar
Días negros en los que la vida pierde su sentido y adquiere un sabor amargo
Días negros en los que a mí alrededor sólo veo las ruinas de un mundo agonizante
Días negros, días de incomprensión, días de ceguera, días estériles, tiempo perdido.



Decía Jeannette Wintersson:
“caminar en la oscuridad es como nadar en las profundidades, con la única diferencia que no puedes subir a por aire”